El primer testimonio que aspiramos a entregar al mundo es el de nuestra propia vida, nuestra familia y nuestra vida comunitaria.
Anhelamos que nuestras familias puedan ser un modelo de amor mutuo, y de servicio ad extra.
(Inspirados fundamentalmente en Familiaris Consortio)
quiénes somos
Misión y Comunión
Misión y Comunión es una asociación de laicos católicos con recorrido por varios países y presencia en Argentina desde 1980; y en Perú desde 1990. Canónicamente es una Asociación Privada de Fieles.
Tiene por finalidad desarrollar la espiritualidad laical, el apostolado típico de los laicos, su compromiso de vida cristiana y su inserción en el mundo. Todo de acuerdo con las enseñanzas de la Sagrada Escritura, particularmente del Nuevo Testamento, y del Magisterio de la Iglesia.
El nombre Misión y Comunión destaca particularmente ambas vertientes de su vocación. Ya que por una parte se pone énfasis en el llamado a la acción. Y por otra parte se señala eso fundamental de los cristianos: su unidad, su vida de comunión, su proyecto de amor expresado en términos prácticos. Por la Misión se debe arribar a la Comunión. La Comunión es la vida cristiana en acción, la plataforma de lanzamiento y el testimonio que da veracidad, para la Misión. Sus miembros comprometidos conforman la Comunidad “Pueblo de Jesús”, que es el Centro y el Alma de Misión y Comunión.
La Comunidad “Pueblo de Jesús” es una Comunidad de familias con presencia de matrimonios, solteros, jóvenes profesionales, universitarios, adolescentes y niños.
FUNDADOR
Osvaldo Cuadro Moreno
Queremos ser fermento en el mundo, para hacerlo cristiano, para hacerlo al estilo del Evangelio, para que Jesús sea el Rey, para que Él sea el alma de todas las cosas, para que pronto pueda entregar ese Reino al Padre»
NUESTRA
Construir el Reino de Dios en la tierra, desarrollando comunidades laicales plenamente integradas. Como culminación y origen del apostolado misionero.
NUESTRA
Dar testimonio pleno, individual y comunitario, social, de la presencia del Reino de Dios en el mundo. A partir de nuestra vida y de nuestras actividades apostólicas y profesionales. Actuando dentro del mundo en unión con la Iglesia y todos los hombres de buena voluntad, para evangelizar a los hombres y las estructuras.